Un pueblo que pide unido

Ante un agitado mar de opiniones

Y un sol que pende de un hilo

Innumerables anuncios, campañas, coloquios, conferencias nos han estado ofreciendo a lo largo de nuestras vidas como si de un karma se tratase, pero tan lejos de la realidad que ahora se presenta ante nosotros: ¿por qué intentan despistarnos?. La naturaleza se resiente, el calentamiento global es inminente, la fauna ya no sigue su curso natural es un caos constante que de no frenarse, acabará por estallar y de ser así los daños serán irreversibles.

¿Quién gana con todo esto? ¿qué futuro les espera a los más jóvenes? esperan un mundo en el que se pueda vivir, al que puedan cuidar no uno carente de belleza, flora y fauna.

Convertir esto en el hervidero de las masacres forestales y marinas, de las catástrofes, de los desastres naturales no es el camino. Ahí fuera hay miles de personas clamando libertad para unas islas que están en cautiverio por el antojo de unos pocos, por el poder mal empleado.

Parar esto es cosa de todos y hacer oídos sordos a una petición popular no os va a hacer valientes, pues la valentía se gana con los hechos nobles no con las preguntas sin respuesta ni los actos desmedidos. No esperéis callar la voz de un pueblo que pide unido, ni rompáis las voces que ahora gritan ¡NO!. Pues la perseverancia es el preludio de la recompensa que llegará, que será grande y podrá volar sobre un mar limpio y cristalino, sobre unos acantilados que hoy gozan de plenitud ¡no nos privéis mañana de esta maravilla que la naturaleza nos regala!. Sembrando discordias no recogeréis soluciones, coged un puñado de honestidad y otro de mentiras ponedlo sobre una balanza justa y hallaréis el resultado. 

Azul añil

No le hagas daño

Plataformas petrolíferas

Fotografías: Minusilla Daymin
Texto: Una poetisa en la red.


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