Hoy igual que ayer

Sobrevolando la incertidumbre


Hola queridos lectores

Por fin he vuelto a publicar, a veces hace falta aclarar la ideas y seguir adelante. Ahora que estamos todos en casa tenemos más tiempo para estar entretenidos con las redes sociales, los bloggers, las publicaciones especiales y directos.

Hoy os voy a compartir algo muy especial, se trata de un poema que escribí hace mucho tiempo, pero no veía el momento de compartirlo con vosotros. No por nada en concreto, simplemente porque hay veces que no sabes si va a tener aceptación. Quizás muy personal, pero a pesar de eso a veces es bueno compartir un pedazo de una misma. Sin llegar a caer en lo excesivo.

¡Disfrutad leyendo!








El rugido del mar






He conocido el amor incondicional, de cerca,
como se conoce a quien realmente se ama.

Esperé toda mi vida que llegase ese momento,
y una estrella pasó ante mi sin darme cuenta.

Inundó mi ser de alegría como las olas
bramando libres una noche de verano.

¡En silencio lo vivimos! una voz interior me dijo que eras tú,
¿pero qué iba yo a saber? ¡tan solo era un juego de niños!


Y ahora me encuentro aturdida,
sorprendida y sin aliento por saber que el Amor Incondicional


Existe, no pone límites, ni los conoce
nace y brilla en corazones dispuestos aceptarlo

¡Para nosotros es tan tarde!
aunque el tiempo es relativo para las estrellas y el firmamento


 Que de esto es testigo así que diré al mundo que no cese
en su hazaña de encontrar, aceptar y amar.

Hay distancias que parte de la incertidumbre,
pero otras llegan tan adentro que no saber contenerlas


Es entonces al llegar la calma, cuando te das cuenta
que la valentía está para mirarla a los ojos y atraparla

Que no hay beso sin sonrisa ni mirada sin misterio,
pues las palabras callan si el corazón es el que habla.

No ahoguéis vuestra Verdad afrontadla con ilusión
arriesgad a pesar de todo pues la esperanza está de vuestro lado


Nada importa si es el alma la que habla de Amor
no veáis los peros o las excusas acercáos a esa persona

Decidle lo que sentís, besadle con los ojos de la ternura
y no habrá huracán que os arrase, ni nubes que os apaguen

Abrazad así la más absoluta de las emociones y los regalos
que la magia del Amor os brinda en un solo suspiro.













La calma entre la niebla 

Formas inesperadas

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